No ha llovido mucho desde que los videojuegos
eran mencionados en la prensa general como inventos de Satanás, unos
instrumentos que nos atontaban el cerebro y nos obligaban a drogarnos y a matar
gente. Por poco que importe lo que diga el resto, un aficionado al mundillo
quiere un mínimo de respeto y el camino elegido para llegar a ese estatus fue
pregonar aquello de “LOS VIDEOJUEGOS SON ARTE”.