lunes, 20 de febrero de 2017

Mad Max Fury Road: Un superhéroe al rescate



Como buen abonado de canal+, esperaba con ansias el estreno del mes, esa gran película de acción de increíbles efectos especiales, el último hito en tecnología, la nueva obra faraónica de Hollywood. Viernes tras viernes terminaba angustiado en el sofá, con la misma cara de decepción y engaño. Incluso hubo días donde la situación fue tan espantosa que me dormia del sopor. Sí, aquellos shows de superhéroes en licra y robots gigantes eran más aburridos que una película austrohúngara. Entonces, cuando ya había perdido por completo la esperanza en la pirotecnia hollywoodiense, apareció Mad Max.



Muchas películas de acción se obcecan en crear una historia convincente, incluso con pretensiones de transcender. Seguramente influya el éxito de Nolan y su Batman, de ver que el cine de superhéroes ya no era un juguete, que podía ganar Oscar y entrar en las listas de mejores películas de la historia. Es una tendencia que también se observa en los videojuegos: vamos a intentar trabajarnos una historia y lanzar un mensaje para que se nos tome en serio. Muy bien, pero de poco sirve si sigues con tus estereotipos, descuidando la dirección, plantando a mujeres florero y añadiendo personajes y situaciones que son puro fanservice. No es malo tener la pretensión de entretener y ofrecer espectaculares escenas de acción. ¿Por qué no te centras en ello y ya está?

Mad Max quiere ofrecerte una experiencia vibrante repleta de acción. No hay espacio para las explicaciones ni se alargan las conversaciones. Pero ojo, no estamos hablando de un guion mediocre que se ve compensando con dosis de acción. Mad Max tiene trasfondo, ambientación e historia. Lo que ocurre es que es una película mucho más lógica que sus compañeras coetáneas. Aprovecha los recursos visuales del cine para dar los detalles suficientes que nos sitúan en su peculiar contexto. No se detiene a explicar nada, simplemente te lo muestra. Donde Nolan te introduce a un mayordomo o un técnico que explica punto por punto las habilidades y gadgets del superhéroe, aquí tenemos en su lugar explosiones, disparos y golpes que ofrecen aclaraciones bastante más intuitivas y que son cinematográficas. Es muy obvio, pero extrañamente lo de narrar con imágenes (de eso trata el cine) cada vez se lleva menos.



De este modo, Mad Max sí es una película narrativa. Lo que ocurre es que su trama se desarrolla en una incesante persecución por el desierto. El guion entonces se ve obligado a mostrar la evolución de los personajes en medio de todo el espectáculo pirotécnico. La acción no cesa pero en absoluto impide apreciar la progresión de la historia y sus matices. Claro que, Mad Max no tiene como objetivo su mensaje. Se centra en introducir al espectador en ese camión a toda velocidad, constantemente asediado por enemigos. La inmersión es brutalmente divertida y sus 120 minutos no pueden ser más trepidantes. 

Es cierto que a diferencia de otras grandes producciones, Mad Max cuenta con la ventaja de basarse casi de forma exclusiva en la persecución, mientras que otras películas cuentan con un guion más discontinuo que implica pausas y repartir más la acción. ¿Es suficiente excusa? En absoluto, puedes meter diálogos sin que sean tan aburridos e insustanciales. Y no hay que olvidar que es un medio audiovisual. ¡Aprovecha la imagen para sustituir palabras y no des tantas explicaciones! Vídeo 1 Vídeo 2

 

Mad Max todavía ofrece más lecciones: se puede utilizar a una mujer para construir un personaje con carácter que también toma decisiones, adquiriendo protagonismo y liderazgo. ¡Y no hace falta que se enamore de su compañero masculino! ¿Qué clase de brujería es ésta? ¿Han hecho falta tantas décadas de historia cinéfila para saber que una película puede funcionar sin un romance metido con calzador?

Ahora, queridas grandes productoras de cine, tenéis en la mesa la siguiente cuestión: ¿tan difícil es hacer más películas así?


2 comentarios:

  1. Grandiosa película. Trepidante, fresca y muy ágil. Charlize está sublime por cierto.

    ResponderEliminar
  2. Como hacer que una película que se basa en una persecucción eterna, se gane un montonazo de Óscars: Se el jodido George Miller, haz un espectáculo trepidante lleno de adrenalina, acción salvaje y bestial, con lo mejor efectos especiales prácticos y convencionales y por ordenador, un ritmo postcombustionado que te deje con el corazón en un puño... Y SÁCATE LA POLLA

    Eso en términos técnicos resumidos es Fury Road. xD

    Magnífica crítica estimado compañero, sigue así. Un saludo.

    ResponderEliminar