Como buen abonado de canal+, esperaba con
ansias el estreno del mes, esa gran película de acción de increíbles efectos
especiales, el último hito en tecnología, la nueva obra faraónica de Hollywood.
Viernes tras viernes terminaba angustiado en el sofá, con la misma cara de decepción
y engaño. Incluso hubo días donde la situación fue tan espantosa que me dormia
del sopor. Sí, aquellos shows de superhéroes en licra y robots gigantes eran
más aburridos que una película austrohúngara. Entonces, cuando ya había perdido
por completo la esperanza en la pirotecnia hollywoodiense, apareció Mad Max.
Muchas películas de acción se obcecan en crear
una historia convincente, incluso con pretensiones de transcender. Seguramente
influya el éxito de Nolan y su Batman, de ver que el cine de superhéroes ya no
era un juguete, que podía ganar Oscar y entrar en las listas de mejores
películas de la historia. Es una tendencia que también se observa en los
videojuegos: vamos a intentar trabajarnos una historia y lanzar un mensaje para
que se nos tome en serio. Muy bien, pero de poco sirve si sigues con tus
estereotipos, descuidando la dirección, plantando a mujeres florero y añadiendo
personajes y situaciones que son puro fanservice. No es malo tener la pretensión
de entretener y ofrecer espectaculares escenas de acción. ¿Por qué no te
centras en ello y ya está?
Mad Max quiere ofrecerte una experiencia
vibrante repleta de acción. No hay espacio para las explicaciones ni se alargan
las conversaciones. Pero ojo, no estamos hablando de un guion mediocre que se
ve compensando con dosis de acción. Mad Max tiene trasfondo, ambientación e
historia. Lo que ocurre es que es una película mucho más lógica que sus
compañeras coetáneas. Aprovecha los recursos visuales del cine para dar los
detalles suficientes que nos sitúan en su peculiar contexto. No se detiene a explicar
nada, simplemente te lo muestra. Donde Nolan te introduce a un mayordomo o un
técnico que explica punto por punto las habilidades y gadgets del superhéroe,
aquí tenemos en su lugar explosiones, disparos y golpes que ofrecen
aclaraciones bastante más intuitivas y que son cinematográficas. Es muy obvio,
pero extrañamente lo de narrar con imágenes (de eso trata el cine) cada vez se
lleva menos.
De este modo, Mad Max sí es una película
narrativa. Lo que ocurre es que su trama se desarrolla en una incesante
persecución por el desierto. El guion entonces se ve obligado a mostrar la
evolución de los personajes en medio de todo el espectáculo pirotécnico. La acción
no cesa pero en absoluto impide apreciar la progresión de la historia y sus
matices. Claro que, Mad Max no tiene como objetivo su mensaje. Se centra en
introducir al espectador en ese camión a toda velocidad, constantemente
asediado por enemigos. La inmersión es brutalmente divertida y sus 120 minutos
no pueden ser más trepidantes.
Es cierto que a diferencia de otras grandes
producciones, Mad Max cuenta con la ventaja de basarse casi de forma exclusiva
en la persecución, mientras que otras películas cuentan con un guion más
discontinuo que implica pausas y repartir más la acción. ¿Es suficiente excusa?
En absoluto, puedes meter diálogos sin que sean tan aburridos e insustanciales.
Y no hay que olvidar que es un medio audiovisual. ¡Aprovecha la imagen para
sustituir palabras y no des tantas explicaciones! Vídeo 1 Vídeo 2
Mad Max todavía ofrece más lecciones: se puede
utilizar a una mujer para construir un personaje con carácter que también toma
decisiones, adquiriendo protagonismo y liderazgo. ¡Y no hace falta que se
enamore de su compañero masculino! ¿Qué clase de brujería es ésta? ¿Han hecho
falta tantas décadas de historia cinéfila para saber que una película puede
funcionar sin un romance metido con calzador?
Ahora, queridas grandes productoras de cine,
tenéis en la mesa la siguiente cuestión: ¿tan difícil es hacer más películas
así?
Grandiosa película. Trepidante, fresca y muy ágil. Charlize está sublime por cierto.
ResponderEliminarComo hacer que una película que se basa en una persecucción eterna, se gane un montonazo de Óscars: Se el jodido George Miller, haz un espectáculo trepidante lleno de adrenalina, acción salvaje y bestial, con lo mejor efectos especiales prácticos y convencionales y por ordenador, un ritmo postcombustionado que te deje con el corazón en un puño... Y SÁCATE LA POLLA
ResponderEliminarEso en términos técnicos resumidos es Fury Road. xD
Magnífica crítica estimado compañero, sigue así. Un saludo.